Juego, luego aprendo

Que la Educación Física (EF) tiene una larga lista de beneficios físicos (mejora de la resistencia, velocidad, fuerza, agilidad...), psicológicos (aporta bienestar, disminuye ansiedad, aumenta autoconcepto físico, social y general...) y socio-afectivos (cooperación, autonomía, inclusión, inteligencial emocional...) está mas que demostrado. Pero son los beneficios socio-afectivos, los que menos impulsamos hoy en día en las clases, entrenamientos o campamentos de tiempo libre.

Hoy en día, ante la clara falta de valores de la sociedad en la que vivimos, desde la escuela y desde la Educación física tenemos el deber de cambiar esto, o al menos, de intentarlo. Carrillo(2011) dijo “Hay que crear otras rutas educativas con la brújula orientada hacia los valores de la democracia, hacia aquellos mínimos necesarios para la construcción de una vida en común que quiere ser justa y pacífica” (p.141). Vizuete (2009), manifiesta que en la actualidad no pocos educadores a través de lo físico han olvidado que la educación física ha de ser ante todo educativa. Los valores hacen referencia a modelos ideales de actuar y de existir que el ser humano aprecia, desea y busca, y a través de los cuales interpreta el mundo y da significado a su existencia (González Lucini, 1990; Ortega, Mínguez y Gil, 1996). Y para trabajar los valores no es necesario una asignatura específica, sino tomar conciencia de la necesidad de la  enseñanza, práctica y vivencial de los valores.

En nuestro caso, en la educación física y los deportes tenemos la oportunidad de trabajar y desarrollar aspectos relacionados con la responsabilidad personal, la cooperación social y las habilidades relacionadas con el deporte, pero esto no siempre es así. Al igual que la actividad física y el deporte puede promover valores positivos, también puede promoverlos negativos. Entre los valores positivos encontraríamos aquellos que tratan de estimular el juego limpio, el respeto a las normas, la subordinación de los intereses personales a los intereses del grupo... Pero también puede promover valores negativos, tales como, la vanidad personal y la del grupo, el deseo codicioso de victoria y el odio a los rivales (Vizcarra, 2004). Al fin y al cabo, la escuela es una institución para transmitir unas ideas, unos valores, una ideología y como dijo Freire (1984) sería en verdad una actitud ingenua esperar que las clases dominantes desarrollasen una forma de educación que permitiese a las clases dominadas percibir las injusticias sociales en forma crítica. Por eso, el profesorado y la sociedad en general, deberían preguntarse si debemos educar para la sociedad en la que nos movemos o para la sociedad que queremos vivir (Velázquez. 2004).

El objetivo de esta página web es hacer visible otro tipo de E.F.. Pero no solo de un modo teórico, sino de un modo práctico, con ejemplos. Una E.F. cooperativa, emocional, co-educativa e inclusiva que impulse la autonomía y el desarrollo integral del alumnado. Para ello cada poco tiempo iré subiendo artículos, videos, frases, imagenes o actividades. De este modo toda persona interesada (profesorado, monitorado, entrenadores/as...) podrá tener información a mano o compatir sus aportaciones. Y por supuesto, todo aporte que me hagais será bien recibido.

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